El mismo tamaño, pero con la definición y la potencia gráfica multiplicada por cuatro, esa es la gran virtud de la versión renovada del iPad Mini.
Se mantiene el precio, a partir de 389 en la versión de 16 gigas con conexión wifi. Un precio que está vez sí está justificado con la inclusión de la pantalla de alta definición.
Cuando nació hace un año la tableta de pequeño formato de Apple se equipó con el procesador del iPhone 4S, cuando ya existía el 5, y la pantalla sencilla. Aún así fue un éxito de ventas, pero faltaban avances para justificar su compra más allá de la estética.
En esta ocasión sucede lo contrario, la última tecnología va dentro. La mejor pantalla de la casa (2048x1536 píxeles en 7,9 pulgadas) y el procesador de 64 bits. Por fuera es similar, con el uso gana muchísimo.
No solo en juegos, donde se exprime toda la potencia del procesador y la definición de la pantalla, sino también al leer, ya sea un libro o una página web. Las letras están mejor marcadas, más afinadas, también las tonalidades.
Aunque teóricamente la batería tiene la misma duración, 10 horas, sí da sensación de dar más de sí en esta versión.
La conexión a redes wifi es más sencilla, apenas se nota la demora y tanto en Facetime (la videoconferencia nativa de Apple) como con Skype, se aprecia un sonido más limpio gracias al uso de dos micrófonos.
La mejor experiencia se consigue cuando se retoca una fotografía o, más sorprendente si se edita un vídeo con iMovie, programa que antes costaba 4,99 euros y ahora viene gratis. A medida que los desarrolladores, como ya sucede con el iPhone 5S, adapten las aplicaciones, las diferencias serán más notables.
Hay dos aplicaciones que brillan especialmente. Una es Vjay, para hacer sesiones pinchando música, mezclando y proyectando vídeos ya sea a través del puerto HDMI o del sistema Airplay de la firma.
DayOne, un diario digital para anotar la actividad diaria, destaca como la mejor App de 2012, es también de las primeras en hacer uso concreto del chip M7. Así añade la cantidad de pasos (suponiendo que se lleve siempre encima la tableta) sin sacrificar la batería.
Entre los detalles menores, cabe destacar una nueva gama de fundas con nuevos colores. Sí, la fiebre neon también ha llegado a la manzana. Por suerte, a diferencia de lo que sucede con el paso de la cuarta generación de iPad a iPad Air, en esta ocasión, como se mantiene el tamaño los complementos funcionan perfectamente.
¿Merece la pena la compra? Si ya se tiene un iPad Mini quizá sea un cambio precipitado. Si ya se cuenta con un iPad Air, quizá sea un gasto excesivo cuando la diferencia es solo el tamaño y algo menos de peso. Si se está pensando en renovar un iPad que todavía tenga la clavija antigua puede ser la opción más económica de tener la tecnología más avanzada sin tener que llevar mucho peso encima.